¿Qué es una llamada pérdida?



Esta es la historia, es de alguien perfecto. Alguien sin igual, Sin comparativos.


Una nueva expresión del arte...



Las pasiones nos dejan sin habla, hacen sentir vergüenza de nosotros mismos, de nuestros propios sentimientos. Pero estás pasiones no existen para él. Sólo la dicha, la fortuna o lo que él cree que es fortuna.


Hacía ya tiempo de su separación, pero él la seguía extrañando, una y otra vez, se preguntó así mismo si eso era lo mejor. Bastaba extender la mano, tomar el teléfono y hablar con ella; sabía dónde estaba pero no se atrevía a buscarla. ¿Será ella el amor de mi vida? ¿Mi complemento? ¿mi mitad?. Las dudas jamás pararon.

Una mañana se enojó. No sé ni porque, él nunca me dijo. Tomó un suéter y salió a la calle. También sabía donde vivía. Ese fue su pecado; tal vez uno de los más importantes en su vida.

No sabía que debería decir, no sabía si era lo correcto ir hasta su casa. Pero algo tenía muy claro no quería perderla. Se detuvo en la esquina miró a ambos lados de la calle. Justo como había aprendido hace mucho tiempo en uno de esos programas infantiles de bajo presupuesto (Plaza sesamo). Pensaba que pensar aquello era rarísimo, y también sabía que si se lo contaba a ella pensaría que estaba loco. Pero el sólo estaba loco por ella, por cómo era ella con él.

¿Cómo cruzará ella la calle? Se preguntó de repente. Espero que hayamos visto el mismo programa. Me molestaría saber que lo ha aprendido de alguien más. A lo mejor alguien más guapo. Tan guapo como para dejar a una niña al punto fijo de sentimientos encontrados. Y levantando la mirada la encontró del otro lado de la calle justo frente a él.

Pensó en gritar, pero sus gritos se ahogaron en su garganta. Comenzó a cruzar la calle de una manera muy particular (como un teletubbie). Voy a llegar hasta ella. Ella; el amor de mi vida.

Se detuvo ató sus agujetas. Sus naranjas agujetas. Se imaginó como sería aquella escena si formara parte de un buen programa para niños. “Un programa sin sexo” pensó. Estoy loco, eso no existe. El ser humano es amante de sus pasiones, aun cuando las desconoce por completo.

Se detuvo de nuevo. Lloró un par de segundos, seco sus lágrimas y pensó en sexo. En sexo ajeno, Imagino dos caminos frente a ella. El primero le gustaba,el segundo no tanto.

Es difícil elegir dos caminos cuando se busca el mismo objetivo en la vida. Ambos caminos nos llevan a ello pero sólo uno de ellos es el correcto. No supo que pensar y entonces volvió a detenerse. Sacó el móvil de su bolsillo y le marcó, pero ella no contestaba. Así que pensó que estaba ocupada la línea y volvió a marcar.

Ella gesticuló al otro extremo de la calle.

No puedo detenerme, no puedo rendirme. Dijo con una tímida pero intensa desesperación.
Tengo que contestar su teléfono o jamás recibirá mi llamada.
Así que corrió y un carro lo partió en mil pedazos. Sus pasiones le llevaron al límite y tal vez aquello no tuvo crédito alguno.

Sin embargo todo aquello se volvió una simple llamada pérdida a las 3 de la mañana y un pensamiento lejano y profundo en la lejanía de su amor.



jlb267.



Sábado, 8 de enero de 2011 a la(s) 19:33


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